jueves, 1 de noviembre de 2012

7º SEMANA EN EL CENTRO DE SALUD.


En esta entrada tengo una doble mezcla de sensaciones. La tristeza por un lado ya que tan solo queda una semana para acabar las prácticas en el centro de salud, y la verdad se ha pasado volando. Por otro lado la alegría, ya que estas semana he realizado mis prácticas en la consulta de matrona.

Las matronas son las profesionales que se encargan del cuidado de la salud de las mujeres durante el embarazo, de la asistencia al parto y seguimiento del postparto, así como también de la regulación de la fecundidad y asesoramiento de los métodos anticonceptivos.



Debido a que yo una vez finalicé la carrera quisiera estudiar para ser matrona o mejor dicho matrón que esta correctamente dicho, pues esta semana ha sido una de las mejores en el centro de salud. He querido demostrar lo mejor de mi mismo, aplicando los conocimientos que había adquirido en cuidados a la mujer, además de toda la ilusión con la que he acudido días tras días a ayudar a las matronas.

Teodora, es la matrona con la que mas días he estado y también con la que más he aprendido, ya que me explicaba paso a paso lo que debía hacer. Para hacernos una idea he realizado revisiones de las mujeres que acudían de 38 o 39 semanas, revisiones de 10 semanas, he visto realizar citologías, consejos de salud, revisión de puntos, revisión postparto, mujeres que querían quedarse embarazadas, consejos sobre métodos anticonceptivos entre otras cosas, y la semana que viene nos dejaran ir a un taller de preparación al parto.

En las revisiones de la semana 38 o 39 se preguntaban datos: si sentía al bebé, si había tenido contracciones, etc. También se les pedía que orinasen en un vaso y un test de orina; también se les tomaba la tensión arterial y se les controlaba el peso, y por último a palpar la posición fetal y escuchar el latido del corazón.

A lo largo de la semana me han sorprendido bastantes cosas, como la primera vez que palpaba la barriga de una mujer embarazada para saber la posición fetal. Primero me explicaron como se debía hacer la maniobra de Leopold. Dora estos días me ha recomendado que empiece por palpar la cabeza que a esas alturas del embarazo estaba bastante encajada en la pelvis  y después había que determinar hasta que parte de la barriga esta la placenta y de esta manera averiguar si la barriga había bajado de posición. Y después tocar con las puntas de los dedos bordeando la barriga para palpar la posición de la espalda, “culete” y las piernas. Y una vez determinada la posición fetal, se pasaba ha escuchar el latido del bebé.

Las primeras veces que realicé esta maniobra, me daba miedo apretar la barriga y me costaba mucho diferenciar entre la espalda y el culo. Después observaba a la matrona realizarlo y con que facilidad lo sabía. Me dijo que tenía que tocar miles de barrigas aún y que con la práctica se aprende. Sabías palabras, ya que en algunos casos si que se notaba muy bien, incluso llegamos a notar un talón.

Después la segunda cosa que más me ha llamado la atención han sido las citologías. En el primer caso que hubo directamente me quede al margen por mi propia voluntad, por que suponía que aunque estuviera de prácticas a la paciente no le haría mucha gracia. En los siguientes casos Dora les ha preguntado si les importaría, y la mayoría han dicho que si. Una señora le dijo que era porque no estaba depilada. Luego al matrona hablando conmigo me ha explicado que no tiene sentido porque luego van al ginecólogo y no pasa nada. Aunque he de reconocer que 3 señoras muy amables no les ha importado y me han dejado estar presentes.

Primeramente las mujeres se tumbaban en posición ginecológica, y se realizaba la técnica, se les introducía un espéculo y se abría para ver la vagina y el cuello uterino. La citología vaginal es una evaluación microscópica de células tomadas por raspado de la abertura del cuello uterino. El cuello uterino es la parte más baja del útero que se abre en la parte superior de la vagina. Es una prueba de detección para cáncer de cuello uterino.
Los consejos de salud también ha formado una parte muy especial esta semana, ya que algunas mujeres habían engordado 18 quilos, y eso es una barbaridad, lo normal es entre 10 y 12; así que había que hacerles una dieta. Luego también venían las primíparas normalmente muy nerviosas y preocupadas por el bebé. Asique había que incitarles a que acudieran a los cursillos para la preparación al parto, taller de lactancia, masaje para el niño, etc.

La verdad es que podría estar mucho tiempo contando todo lo que he realizado, pero no quiero causar aburrimiento, porque al igual que me han dicho las matronas, algunos estudiantes que pasaban por ese sector y no les interesaba el tema, se mostraban indiferentes y a la mínima se iban a otro sector.
En mi opinión ha sido una semana muy esperada y motivadora, ya que yo tenía una idea de estudiar para ser matrón, pero ahora que he estado 4 días en la consulta tengo que reconocer que lo quiero aún con más ansia. Ha sido un empujoncito para saber definitivamente que ese sector es el que me gusta y espero con esfuerzo algún día conseguirlo.

De todo lo que he podido extraer, me quedo con que las matronas tienen una tarea importante en el asesoramiento y la educación para la salud, no sólo para la mujer, sino también en el seno de sus familias y de la comunidad. Este trabajo debe incluir la educación prenatal y preparación para la maternidad y puede extenderse a la salud de mujeres, la salud sexual o reproductiva, y el cuidado de los niños. Una matrona puede ejercer en cualquier emplazamiento, incluyendo la casa, la comunidad, los hospitales, las clínicas o las unidades de salud.

Y una frase que me ha gustado mucho y espero que reflexionéis;
“No existe la madre perfecta, pero hay un millón de maneras de ser una buena madre”. JILL CHURCHILL

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