En esta entrada tengo una doble
mezcla de sensaciones. La tristeza por un lado ya que tan solo queda una semana
para acabar las prácticas en el centro de salud, y la verdad se ha pasado
volando. Por otro lado la alegría, ya que estas semana he realizado mis
prácticas en la consulta de matrona.

Debido a que yo una vez finalicé
la carrera quisiera estudiar para ser matrona o mejor dicho matrón que esta
correctamente dicho, pues esta semana ha sido una de las mejores en el centro
de salud. He querido demostrar lo mejor de mi mismo, aplicando los
conocimientos que había adquirido en cuidados a la mujer, además de toda la
ilusión con la que he acudido días tras días a ayudar a las matronas.

En las revisiones de la semana 38
o 39 se preguntaban datos: si sentía al bebé, si había tenido contracciones,
etc. También se les pedía que orinasen en un vaso y un test de orina; también
se les tomaba la tensión arterial y se les controlaba el peso, y por último a
palpar la posición fetal y escuchar el latido del corazón.

Las primeras veces que realicé
esta maniobra, me daba miedo apretar la barriga y me costaba mucho diferenciar
entre la espalda y el culo. Después observaba a la matrona realizarlo y con que
facilidad lo sabía. Me dijo que tenía que tocar miles de barrigas aún y que con
la práctica se aprende. Sabías palabras, ya que en algunos casos si que se
notaba muy bien, incluso llegamos a notar un talón.
Después la segunda cosa que más
me ha llamado la atención han sido las citologías. En el primer caso que hubo
directamente me quede al margen por mi propia voluntad, por que suponía que
aunque estuviera de prácticas a la paciente no le haría mucha gracia. En los
siguientes casos Dora les ha preguntado si les importaría, y la mayoría han
dicho que si. Una señora le dijo que era porque no estaba depilada. Luego al
matrona hablando conmigo me ha explicado que no tiene sentido porque luego van
al ginecólogo y no pasa nada. Aunque he de reconocer que 3 señoras muy amables
no les ha importado y me han dejado estar presentes.
Primeramente las
mujeres se tumbaban en posición ginecológica, y se realizaba la técnica, se les
introducía un espéculo y se abría para ver la vagina y el cuello uterino. La
citología vaginal es una evaluación microscópica de células tomadas por raspado
de la abertura del cuello uterino. El cuello uterino es la parte más baja del
útero que se abre en la parte superior de la vagina. Es una prueba de detección
para cáncer de cuello uterino.
Los consejos de salud también ha
formado una parte muy especial esta semana, ya que algunas mujeres habían engordado
18 quilos, y eso es una barbaridad, lo normal es entre 10 y 12; así que había
que hacerles una dieta. Luego también venían las primíparas normalmente muy
nerviosas y preocupadas por el bebé. Asique había que incitarles a que
acudieran a los cursillos para la preparación al parto, taller de lactancia,
masaje para el niño, etc.
La verdad es que podría estar
mucho tiempo contando todo lo que he realizado, pero no quiero causar
aburrimiento, porque al igual que me han dicho las matronas, algunos
estudiantes que pasaban por ese sector y no les interesaba el tema, se
mostraban indiferentes y a la mínima se iban a otro sector.
En mi opinión ha sido una semana
muy esperada y motivadora, ya que yo tenía una idea de estudiar para ser
matrón, pero ahora que he estado 4 días en la consulta tengo que reconocer que
lo quiero aún con más ansia. Ha sido un empujoncito para saber definitivamente
que ese sector es el que me gusta y espero con esfuerzo algún día conseguirlo.

Y una frase que me ha gustado
mucho y espero que reflexionéis;
“No existe la madre perfecta, pero hay un millón de maneras de ser una
buena madre”. JILL CHURCHILL
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