sábado, 10 de noviembre de 2012

ÚLTIMA SEMANA EN EL CENTRO DE SALUD.


Estas palabras van ha resultar difícil de escribir, ha sido la última semana de las mejores prácticas que he realizado. No solo he aprendido nuevas técnicas, he mejorado la comunicación y la forma de dirigirme a los usuarios, he aprendido a realizar promoción de salud y a aprender a revolver preguntas que antes no sabía. También he forjado nuevas amistades con los profesionales del centro de salud, desde gente que tiene unos años más que yo hasta Pedro, que tiene 60 años y tengo que reconocer que es el mejor profesor de prácticas y compañero que he visto.

En todas las anteriores entradas, me he dedicado ha comentar y reflexionar sobre técnicas y cosas que he ido aprendiendo con el paso de mis días en el centro de salud. En esta estrada quiero centrarme en que de vez en cuando se cruza en tu vida una persona que deja huella, no solo a nivel profesional, sino también a nivel personal.

Hay que tener en cuenta que estas personas no tienen por qué estar siempre presentes en tu vida, las personas que he conocido en mis prácticas en el centro de salud, hay dos personas sobretodo que me han dejado huella y de las que me llevo el mejor sabor de boca. Quizás no las vuelva a ver, saber de ellas o quizás por algún motivo nos volvamos ha encontrar, nadie lo sabe, pero el caso es que dudo mucho que yo sea capaz de olvidar lo que me han enseñado y he aprendido con ellas.

Hablando con los enfermeros, me han contado miles de anécdotas y casos que le habían pasado con personas, y eso señores, son las cosas que dejan huella. Esos recuerdos son que van a marcar tu vida, y lo que nos queda del pasado. Sean bueno o sean malos no experiencias que no olvidaremos y que nos han enseñado lecciones de la vida que no vamos ha olvidar.

He leído algunos artículos que recomienda que es mejor no hacer amigos en el trabajo, o no alcanzar una relación profunda con ellos ((http://www.utsandiego.com/news/2009/dec/06/es-mejor-evitar-hacer-amigos-en-el-trabajo/ http://elpais.com/diario/2011/01/30/eps/1296372414_850215.html), y la verdad no lo entiendo, por los amigos no los buscas y los encuentras, lleva un tiempo alcanzar un grado de confianza, de saber que puedes contarle tus problemas y ellos te van ha apoyar.

Bueno dejando este importante tema, el resto de la semana ha transcurrido muy parecida a la anterior, he seguido con mis prácticas en la consulta de matrona y creo que he mejorado un poquito a la hora de palpar la posición fetal. Es muy difícil y se necesita una gran experiencia para alcanzar el nivel de la matrona con la que he estado en el centro de salud y he de reconocer que es una pasada.

También hemos asistido a un taller de preparación al parto y a un taller de masajes al lactante, es un tema fascinante para mí, ya que todo eso me encanta. He estado muy atento y he intentado prestar toda mi atención por que espero que algún día yo haga esas cosas. Destacar que normalmente o muy pocos padres han acompañado a sus mujeres a las sesiones y por eso de deja un día, el últimos para que vayan. No estoy del todo de acuerdo con esto, porque tu mujer es la que esta llevando el peso del embarazo y tu tienes que ser su fuerte pilar de apoyo.

Todos los bebés, sin excepciones, pueden ser masajeados. Esta actividad puede desarrollar más rápidamente la coordinación motora y aumentar sus reacciones musculares, además de favorecer que el bebé sea más receptivo y reaccione mejor al espacio que le rodea.

Los beneficios que aporta son: Ayuda a regular y reforzar las funciones respiratoria, circulatoria y gastrointestinal. A través de la estimulación se pueden controlar las incomodidades producidas por los cólicos, gases y estreñimiento, y las molestias por la salida de los primeros dientes. Ayuda al bebé a relajarse y lo alivia del estrés y los bloqueos que produce encontrarse diariamente con cosas nuevas. Ayuda a intensificar la comunicación afectiva entre el bebé y las personas de su entorno, facilitando la comunicación no verbal. Ayuda a estimular el sistema inmunológico y mejora el desarrollo del sistema nervioso. Todo esto y mucho más.


El masaje del lactante es muy importante no solo porque evita el cólico del lactante, sino porque crea una relación de confianza y compenetración entre los padres y el hijo. Es un hábito que no se debe de perder cuando los niños van creciendo, ya que para los mas peques puede servir para que te cuenten sus problemas y sus preocupaciones mientras se lo das y crear un ambiente de confianza.

Por último, el viernes organizamos un pequeño almuerzo y nos despedimos de todos los compañeros. Espero que algún día volvamos a encontrarnos o trabajando o en un lugar que no este relacionado con el sanitario.

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