Un mes y medio, seis semanas, 36
días en el centro de salud, y cada semana que pasa yo y mis compañeros nos
encontramos mas a gusto, el día a día
trabajando y realizando las prácticas es cada vez mejor y lo que al principio
se nos hacía, como decirlo, raro al empezar en este nuevo sitio, ahora se ha
convertido en un trabajo apasionante en el que cada vez se aprende algo nuevo.
Esta semana la he realizado en
curas, los dos primeros días he estado con una enfermera que me ha enseñado
pocas, muy pocas cosas, y no por que yo no pusiera interés, sino por que ella
realizaba todos los procedimientos sin
explicarme nada. Los dos primeros pacientes he dicho bueno… pero cuando he
visto que seguía sin explicarme nada he empezado a preguntarlo todo. Aun así,
me ha explicado dos cosas y ha seguido con
su trabajo.
A la hora de almorzar he estado
con mis compañeros y les he comentado lo que me había pasado. Me han comentado
que ellos habían tenido los mismos problemas que yo, a Víctor no le dejo hacer
ni un electro. Después hemos aclarado con los profesionales enfermeros del
centro que la enfermera “X” es siempre igual, incluso con ellos.
¿Qué se puede sacar en clave de
esto? ¿Que tengo que aprender? Pues ahora ya lose, muchas veces tanto en el hospital
como en la vida privada nos encontramos con personas que por cualquier motivo
no están dispuestas ha ayudarte a crecer. ¿Es que la enfermera “X” no ha sido estudiante como yo o como
nosotros? Pues si, pero parece que no quiera enseñarnos nuestra futura
profesión. En mi opinión noto una falta de empatía, de ponerse en nuestro lugar
y tener en cuenta que nosotros estamos allí para aprender todo lo posible. Que
las cosas que no aprendamos durante las prácticas, luego empezaremos a trabajar
y si nadie nos lo ha enseñado pues no podremos realizarlo de la mejor manera
posible. Pero como ya he dicho, esto solo son casos aislados, porque con el
resto de compañeros todo sigue como siempre.
También me gustaría destacar que
esta semana me he propuesto conocer las “batallitas” de cada uno, sus anécdotas
más importantes, y la verdad es que hay algunas que te dejan sin palabras, ya
sea por la situación o por la escasez de material.
Me ha enseñado historias de
paciente de hace 70 años, de como escribía el médico y las enfermeras, de como
pasaban los incidentes a mano, y anotaban todas las cosas. El sistema por el
cual cada médico tenías unos pacientes, y las enfermeras antes de pasar
consulta tenían que coger las historias de los pacientes antes de la consulta.
Encima cada historia tenía unos colores en función del médico, de si era
hipertenso, la edad, diabetico, etc. Sigo con la boca abierta, porque me parece
de mérito que hay que reconocer el esfuerzo que suponía, a parte de realizar la
consulta, cura o procedimiento oportuno, tenías que pasarlo a mano. La verdad
es que las tecnologías han supuesto un gran avance en nuestro sector, y han agilizado
mucho el tiempo.
Repasando los años que llevo como
estudiante, a muchos incluyendo a mí, hay asignaturas que nos gustan mas o
menos, como la historia de la enfermería que puede hacer que te preguntes el
porque se estudia. Pero después de esta semana no tengo la menor duda, tenemos
que conocer el pasado, como se trabajaba, como se registraba, como todo, para
entender el gran salto que hemos dado en el campo de la enfermería y saber que
la enfermería en estos tiempos resulta algo mas sencilla que entonces.
Para concluir esta semana, me
hablado con la supervisora María y le he dicho que una vez finalicemos la
carrera, me gustaría estudiar para Matrona, y cual ha sido mi sorpresa, pues
que la semana que viene nos va a dejar estar en la consulta de matronas del
centro de salud, y yo voy a ser el primero en pasar por tan agradable sector.
Que ganas tengo.
