QUIRÓFANOS.
Los días de prácticas en
quirófano han sido unos días muy especiales, es un servicio dónde puedes
aprender mucho tanto si te gusta como si no, pero tienes que saber que es un
ambiente muy frío (ahora explicaré él porque). Era hora de poner en práctica
aquellos conocimientos adquiridos en clase: lavado quirúrgico, instrumental,
funciones del enfermero instrumentista, circulante, etc. Han sido unas semanas
de aproximación a la dinámica de trabajo en un área quirúrgica, tan diferente a
todo lo visto anteriormente. Incluso tuve la oportunidad de ayudar a la
enfermera instrumentista y a los cirujanos en una intervención.
He tenido la
oportunidad de ver una operación de un adenocarcinoma de colón. Bueno, por si
alguien no tiene conocimientos de anatomía, debería saber el intestino grueso
se extiende desde el intestino delgado hasta el recto. Pues en esta operación
tenían que extirparle TODO el intestino grueso donde tenía el tumor y luego
unirle el intestino delgado hasta el colon sigmoideo.
Después de mi paso por quirófano,
puesto que ahora he vuelto a empezar en urgencias, tengo que reconocer que es
un servicio en que tienes que saber estar y comportarte. Tienes que tener los
ojos bien abiertos para saber cómo debes hacer las cosas sin molestar ni romper
la barrera estéril.
Tratando de explicar la duda de la
frialdad en los quirófanos. ¿Por qué me parece que los quirófanos tienen una
gran frialdad? Me explico. Ayer vi tres operaciones y he tenido la
oportunidad de volver a ver cómo traen al paciente al quirófano y lo preparan
para la operación. Imaginaos, os tienen casi una hora esperando en una
sala con varias camas a tu alrededor, momento en el cual estoy seguro de que la
imaginación viaja a mundos insospechados de terror y cuando quieres aguardar,
un tío como un armario de grande (véase, celador) te lleva al lugar de la
operación. Ves como por regla general, los pacientes vienen asustados,
mirando a cada esquina u objeto del quirófano, dibujado en sus caras el miedo
presente. Pero, ¿Sabéis lo que más me ha llamado la atención? Que a
ninguno de los tres pacientes ha habido nadie del poblado quirófano que le haya
dirigido unas palabras de tranquilidad o dedicase unas palabras de cercanía
antes de la anestesia.
“Te voy a poner esto, ahora hincha el pecho, un
pinchazo, otro pinchazo, esto que te acabo de poner es para que te relajes, te
vas a empezar a marear... ¿Quién ganó los Goya anoche?, ¿Viste el vídeo que te
mandé?... ¿Y un tranquila/o todo va a salir bien?
A eso me refiero, pues parece que el clima helado del
quirófano termina congelando a todo el que pasa por allí, como el candente
acero que se entierra en fría nieve...no me gusta el frío.
No soy así, no quiero dedicar mi trabajo a ver pasar
un determinado número de pacientes dormidos al día por mis manos y que cuando
se despierten casi (recalco este casi) de mi trabajo por finalizado. Me gusta
el trato y la cercanía con ellos y gracias a las prácticas de cirugía me he
dado cuenta de ello.
Aun así son prácticas y en cada servicio he aprendido
valores, normas y maneras de trabajar. Cada persona es un mundo y tiene unos
gustos, pero creo que me gusta una enfermería más activa y cercana.